lunes, 30 de julio de 2012

Niños agresores

 

Dejo estos datos altamente preocupantes, aunque no es nada nuevo en este último tiempo..la pregunta de rigor es ¿ por qué en nuestro país no hay datos estadísticos al respecto?¿ si no hay números significa que esto no existe o no requiere la suficiente atención?

 

GALICIA

Más de cien menores van cada año al juzgado por agredir a sus familiares


30/07/2012 - J. Rey / AGN
Más de cien menores gallegos tuvieron que pasar en 2011 por los juzgados tras protagonizar casos de violencia doméstica. Las víctimas son personas de su familia, normalmente sus padres, aunque a veces también sus hermanos o abuelos. Y en los últimos años se produjo un cambio en su forma de ejercer esta conducta: antes de la violencia física suele producirse una presión psicológica.
Detalle de información en: http://elprogreso.galiciae.com/nova/186955.html

 

Orden de exclusión


Acercarse a la víctima "acarrea desprestigio a la autoridad o entorpecimiento de la función judicial"
 
En un caso de violencia familiar, la Justicia cordobesa determinó que la violación de una orden de exclusión del hogar configura el delito de desobediencia a la autoridad. El magistrado afirmó que con incumplir la prohibición hubo “suficiente entidad como para acarrear desprestigio a la autoridad o entorpecimiento de las funciones judiciales”.
El Juez de Control cordobés, Agustín Spina Gómez, decidió –en el marco de un caso de violencia familiar- que quien incumple una orden de exclusión del hogar y prohibición de acercamiento comete el delito de desobediencia a la autoridad, previsto en el artículo 239 del Código Penal. El imputado no podía acercarse a su padre, pero se presentó en el domicilio de su progenitor y lo amenazó con un cuchillo.
De modo puntual, el magistrado manifestó que el incumplimiento de la orden de exclusión implicó “menosprecio o alzamiento contra un acto de imperio legalmente notificado, de suficiente entidad como para acarrear desprestigio a la autoridad o entorpecimiento de las funciones judiciales o administrativas”, lo que responde al “principio de autoridad, que junto con el de libertad, son elementos irreductibles del orden jurídico”.
La posición sustentada por el magistrado cordobés es novedosa y, al mismo tiempo, no es compartida por todos. Algunos jueces entienden que la figura delictiva no es aplicable en casos de violencia familiar, y que la Justicia –conforme la Ley provincial 9.283- debe imponer al infractor alguna instrucción especial de las contempladas en el Código de Faltas local (tratamiento terapéutico, trabajo comunitario, etc.).
Sin embargo, el titular del Juzgado de Control N°6 de Córdoba, sostuvo que las instrucciones del Código de Faltas provincial no poseen carácter sancionatorio, sino que son medidas meramente preventivas para evitar nuevos episodios de violencia familiar o hacerlos cesar.
En el caso, un hombre fue objeto de una orden de exclusión del hogar y prohibición de acercamiento, debido a que cometió actos de violencia familiar contra su padre. No obstante, el individuo violentó la prohibición establecida por la Justicia y se presentó en el domicilio de su progenitor y lo amenazó con un cuchillo. El hecho fue denunciado por la víctima.
Ante esta situación, un Fiscal decidió imputar al hombre por el delito de desobediencia a la autoridad, atento que violó la orden de exclusión y ordenó su prisión preventiva. También, el funcionario del Ministerio Público, dispuso la elevación de la causa a juicio. Estas decisiones merecieron la interposición de una oposición por parte del acusado, quien solicitó el cese de la privación de libertad y que se decrete su sobreseimiento.
Al respecto, el juez Spina sostuvo que la orden de exclusión era plenamente válida “por cuanto emanó de autoridad legítima, fue concreta y dirigida a persona determinada” y destacó que el Juez de Violencia Familiar “dispuso la medida precautoria en protección de la vida y la integridad física y emocional de la víctima”.
“No puede decirse que la prohibición infringida concierna a una obligación de carácter personal con repercusiones de estricto derecho civil, por cuanto las disposiciones contenidas en la Ley de Violencia Familiar son de orden público e interés social, y tienen por objeto la prevención, detección temprana y erradicación de la violencia familiar”, precisó el magistrado.
A su vez, Spina remarcó que “ni la asistencia a curso educativo, ni el cumplimiento de tratamiento terapéutico, ni los trabajos comunitarios, ni la prohibición de concurrir a determinados lugares donde se cometiera el episodio de violencia familiar, constituyen pena en el  sentido técnico jurídico”, pues “no importan la pérdida de bienes como retribución por haber violado el deber de no acercamiento”.
Además, el titular del Juzgado de Control manifestó que si se impide la aplicación de figuras delictivas en casos de violencia familiar “se habrá privado a los jueces de una herramienta insustituible a la hora de hacer cumplir sus decisiones, las que se convertirían en palabras de buena crianza, ineficaces a los fines inmediatos que persigue la ley”.
Por lo tanto, el Juez de Control cordobés, Agustín Spina Gómez, confirmó la imputación, elevó la causa a juicio y reiteró la prohibición de acercamiento del imputado respecto de su padre. No obstante, el magistrado sí accedió al pedido de cese de la prisión preventiva y ordenó la liberación del acusado.
Dju

Celos patológicos en la relación de pareja

Celos patológicos en la relación de pareja (II Parte)
Por: Mario Machado - Psicólogo-

En toda relación de pareja es común el surgimiento de los celos. Los celos en realidad son una manifestación natural ante
la posibilidad de que el ser amado fije su atención en otra persona. Por otra parte, el miedo al abandono del ser amado
late en el fondo de la mayoría de las personas; para muchos estudiosos de la conducta humana, esto no es más que el
resabio del miedo primario que experimenta el niño o niña ante la separación de la madre. El problema nace cuando los
celos pasan a ser enfermizos y por lo tanto dañinos para la relación. Los celos exagerados peden generar una relación
cargada de violencia, incluso, desde el mismo noviazgo. El presente artículo es fruto de la investigación y el tratamiento
por parte del autor, de personas con manifestaciones de celos patológicos y violencia hacia la pareja.
Características de los delirios de celos
La investigación y el trabajo realizado por el autor y otras colegas a través de grupos terapéuticos y terapia individual de
un grupo de varones celópatas en el año 2006, demostró que los celos patológicos pueden ser la causa principal de la
violencia sexual, patrimonial, psicológica y física, e, incluso, pueden motivar el asesinato de la pareja. Paralelamente, en
la terapia con mujeres con esta problemática, hemos hallado manifestaciones de conductas autodestructivas y una
fuerte tendencia a la depresión profunda.
Pero tanto en hombres como mujeres, se han hallado características psicológicas comunes como la inseguridad,
pensamientos obsesivos sobre la posible traición o abandono por parte de la pareja, y en los casos más fuertes los
“delirios de celos”.
El delirio de celos consiste en una obsesividad mental, donde la persona no puede evitar la ideación descontrolada
acerca de la traición y posible abandono por parte de su pareja. La persona que padece de delirios de celos, crea en su
mente una trama imaginaria acerca de la traición de su pareja, de tal forma, que por más que ésta trate de convencerle
de su fidelidad, la persona no puede aceptarlo, quedando atrapados en el tormento de su propia imaginación. En el caso
de los varones, hemos podido notar que la amenaza al abandono suele traducirse en agresión a la misma persona que
se supone que ama, es decir, la ira tiende a proyectarse fuera de sí. En casos extremos, podemos encontrar hombres
que el descontrol de la furia es tal, que ha llegado a matar a la pareja e hijos y a cometer suicidio.
Los celos son sinónimo de sensación de angustia, ante la percepción de rechazo y/o abandono real o imaginario. Si se
prolonga en el tiempo la sensación se vuelve crónica inscribiéndose en el inconsciente como característica fantaseada de
las relaciones con las personas más significativas de la infancia. Esta sensación se reactualiza como un “eco histórico”
emocional entre percepciones fundamentadas o no, en las relaciones presentes con la pareja en la que se depositan las
fantasías y los deseos infantiles (Kernberg, 1998: 214-215). Esto puede llevar al varón a desarrollar delirio celopático en
donde la frustración contribuya a manifestaciones violentas. (Machado y otros, 2007, P. 38)
En cambio las mujeres celosas en el caso de la amenaza o abandono por parte de la persona amada, tienden a la
depresión severa y en casos más fuertes a la auto-agresión e, incluso, al suicidio, pero difícilmente al homicidio. En el
caso de la mujer, la ira tiende a “introyectarse”, es decir, que se dirige hacia adentro, hacia sí misma.
La persona puede llegar a estar atormentada por los celos de tal manera, que su vida puede ser afectada seriamente en
sus relaciones, no solo con su pareja, sino con todos con quienes está en contacto. He tenido pacientes que se han
visto afectados en su trabajo por la obsesión celopática. Rebeca es una joven que sufre de celopatía, llegó a mi
consultorio con su novio en un último intento de salvar la relación, me decía: “Hay momentos en que no puedo dejar de
pensar en él, dónde estaría o con quién… había momentos que no podía concentrarme en el trabajo… pero si estoy con él
solo discuto hasta llegar a obstinarle…el solo pensar que me deje me desespera”.
La naturaleza psicopatológica de estos celos desde el punto de vista afectivo, procede del temor de perder algo que les
pertenece o de ser rechazado o abandonado por el ser amado lo cual es resultado algunas experiencias en la infancia.
Es por esto que el delirio de celos escapa a la lógica, y hace que la persona que los sufre quede atrapada en la angustia
de la posible infidelidad, lo que les lleva a tener conductas obsesivas de vigilancia y control para encontrar a la pareja en
alguna falta. José y su esposa son líderes religiosos de una iglesia próspera, ellos temen que los problemas de celos
obsesivos de José no solo destruyan la relación, sino el buen trabajo comunitario que han estado realizando por años
junto a su congregación. Llegaron al consultorio por problema de agresión física y psicológica a su esposa debido a los
Un vaso más fragil
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celos. Los delirios de celos de José hacen que asegure que ella le está siendo infiel, esto produce una escalada de
discusiones y agresión psicológica que suele terminar en agresión física por parte de José. Se han separado un par de
veces y la esposa dice que si no cambia lo dejará definitivamente. Pero los celos de José no solo han dañado la
relación de pareja, sino que los dos hijos que tienen están muy afectados y necesitaron terapia para enfrentar sus
problemas emocionales.
Un detalle importante a tener presente son los episodios de celos que la persona celópata experimenta y que están
relacionados con la escalada de celos y los delirios de celos. Estos episodios se dan cíclicamente y están relacionados
directamente con la violencia que el o la celópata experimentan. Por lo general, luego de las escenas de celos o de
agresión, las personas celópatas entran en una etapa de arrepentimiento en la cual prometen no volver a repetirla, incluso,
lloran pidiendo perdón arrepentidos por el daño causado. Sin embargo, la situación se vuelve a repetir una y otra vez con
más control y violencia. Esto hace que la pareja quede atrapada en el ciclo de la violencia o de la obsesividad de los
celos de la otra persona. El problema de José al igual que muchas otras personas afectadas por la celopatía, es no
poder escapar de este ciclo de pensamientos y comportamientos obsesivos-agresivos, que prácticamente no pueden
controlar.
Otro paciente dijo que mientras trabajaba llamaba a su esposa a cada momento bajo cualquier excusa, si ella no le
contestaba, entraba literalmente en pánico. Los delirios de celos le llevaban a imaginarse que la esposa lo estaba
engañando, y ya no podía concentrarse en el trabajo. Cuando llegaba a la casa hacía un verdadero escándalo incluso
frente a los niños. Posteriormente, dijo que experimentaba una verdadera vergüenza y no sabía cómo disculparse por su
reacción. Esto lo tenía atrapado en un verdadero círculo vicioso.
La celopatía, por lo tanto, es una de las formas en que se expresa la violencia en la pareja y que debe ser tomada en
cuenta como una de las principales causas de agresión mutua, simplemente, porque la celopatía violenta los límites y los
derechos de la otra persona. No solo porque este problema puede llevar al maltrato físico e incluso del asesinato de la
pareja por celos, sino que existe una agresión psicológica por el acoso constante que la persona celópata ejerce sobre su
pareja. Por otro lado, se ha encontrado que muchas mujeres con problemas de celos obsesivos tienen serios problemas
emocionales que terminan afectando incluso su salud física. En cuanto a los varones, entre otras características que se
han encontrado, se evidencia la obsesión sexual hacia su pareja. Ellos viven la sexualidad no como un medio de comunión
y disfrute mutuo, sino de expresión simbólica de posesión y dominio.
Celos: ¿Amor o posesión?
Los celos han sido naturalizados por el patriarcado como una muestra de amor, estrategia de control eficiente para
“mantener a las mujeres en su lugar”, reforzando tanto en hombres como en mujeres, los mandatos de la identidad de
género hegemónica propia de cada uno, invisibilizando también las consecuencias de dolor, desamor, sufrimiento y
muerte que éstos pueden llegar a manifestar. (Machado y otros, 2007, P. 38)
Pero, ¿qué expresan en realidad los celos patológicos? No podemos dudar que muchas personas que sufren de celos
patológicos amen a sus parejas. Pero lo cierto, es que es un amor mal entendido, de tal forma que la pareja pasa a ser
posesión de la otra persona. Incluso desde el noviazgo se puede ver cómo se pueden establecer en la pareja las
manifestaciones de control y violencia por causa de los celos.
Entre las señales que se encuentran en una persona celopática está la excesiva vigilancia y la obsesión por controlar
la vida de su pareja. Al principio, que una persona controle mucho a su pareja puede parecer muy romántico, pero con
el tiempo se transforma en una verdadera prisión emocional. Una paciente manifestó en la terapia cómo su novio la
controlaba al punto de sofocarla. Llegó a comprarle una línea celular ,lo que al principio le pareció un acto muy romántico,
sin embargo, era una de las maneras que él tenía para controlarla en todo momento. En una oportunidad en que ella
estaba en la universidad apagó el celular, en esos momentos, el novio la estaba llamando y, al no tener respuesta, él tomó
su motocicleta y desde su trabajo llegó a buscarla a la universidad donde le hizo una escena de celos frente a sus
compañeros.
En muchos casos, la escalada de violencia se manifestará desde el noviazgo, lo que es sumamente peligroso cuando
la persona objeto de los celos queda atrapada en una confusión emocional, porque por un lado, cree que su pareja le
ama, pero por otro lado, puede llegar a ser seriamente agredida por los celos de su novio o novia.
Un vaso más fragil
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Pero los celos obsesivos no se limitan a la relación de pareja, muchos de los pacientes varones tratados por este
problema presentan, además, un excesivo control sobre sus hijas mujeres, al grado que se genera una relación cargada
de violencia y abuso hacia las mismas. Una madre fue a consulta porque necesitaba saber qué medidas tomar ante el
comportamiento celoso de su esposo para con su propia hija de 16 años. Ella contó que el padre sorprendió a la hija de la
mano de un compañero a la salida del colegio y le hizo un escándalo frente a todos, tratándola con palabras soeces,
ya que él le había prohibido tener novio; lo interesante del caso es que no le permitió a la esposa mandarla nuevamente
al colegio lo que colmó la paciencia de ésta por lo que decidió buscar ayuda.
Resumiendo, podemos decir que la celopatía es una condición que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, sin
distingo de edad, condición social o coeficiente intelectual. Requiere tratamiento terapéutico para que la persona pueda
superar la problemática, ya sea en terapia grupal o individual. La persona atrapada en una relación de celos obsesivos
también debe buscar ayuda, para no permanecer en el ciclo de la violencia que la celopatía genera.

Un vaso más fragil

(II Parte)

“Las mujeres que no amaban a los hombres” (un ensayo contra el feminazismo)

Les copio un enlace de un ensayo re algo que nos permita reflexionar seriamente, sobre algo que acontece no solamente en españa sino en nuestro país y muchos otros.
Es tiempo de comprender que la violencia trasciende los géneros y requiere de una mirada comprometida, integral, no tan política ni económicamente contaminada.



martes, 24 de julio de 2012

¿Alguien sobra en el mundo? Nuevas formas de marginalidad-Por Marcelo Colussi


Hace un tiempo me encontré con esta nota, que hoy comparto con ustedes para invitarlos o mejor dicho invitarnos a generar un espacio de reflexión en nuestra agitada cotidianeidad.

Lo extraño, lo que no encaja en la idea de “normalidad”, tiende a ser neutralizado. El mecanismo para ello es la segregación.
La miseria en que vive tanta gente es la expresión descarnada de la injustica en que está basada nuestra sociedad planetaria.        
En la modernidad occidental se perfeccionó el espacio de segregación, desarrollándose para ello los dispositivos “científicos” pertinentes: asilo y médico alienista. La “locura”, entonces, no es solo la enfermedad mental; es todo aquello que “sobra” en la lógica dominante. Marginal, por tanto, puede ser cualquier cosa.
En la cosmovisión occidental, la razón matemático-mercantil es lo que guía la marginación; las divergencias con ella son sancionadas como insensatas, pudiendo entrar en esa divergencia todo lo que se desee. Lo “marginal” asusta, y por tanto se excluye, sea un vagabundo, un delirante, un débil mental, un homosexual, un seropositivo, una prostituta, un delincuente.
El mundo actual hace de la marginalidad algo no circunstancial sino estructural. Asistimos a la marginación no solo del mendigo harapiento sino de poblaciones completas. Se habla de “áreas marginales”. Aunque no se diga, la lógica tras esto es que hay “gente que sobra”. Los pobres son cada vez más pobres, quedando confinados crecientemente a las “áreas marginales”. ¿Sobran entonces? Esos bolsones no son minorías discordantes sino que van pasando a ser lo dominante. El fenómeno no es circunstancial.
El Banco Mundial define pobreza como “inhabilidad para obtener un nivel mínimo de vida”. Probablemente es inhábil un impedido, pero no lo son poblaciones completas. La pobreza que agobia a sectores cada vez mayores en el mundo no es solo falta de habilidad para procurarse el sustento; eso habla de nuevos estilos de marginalidad, consecuencia de estructuras injustas. Habla de relaciones de poder que marginan, que violentan a otros semejantes.
Es ahí cuando se hace evidente que la miseria es una forma de violencia. En Guatemala se habla hoy de la ola de violencia que lo asola, con 15 muertes violentas diarias por la criminalidad. Pero no se habla de las 18 muertes diarias por la desnutrición crónica. ¿No es eso violencia acaso? La miseria es violencia, produciendo más daño que la peor delincuencia.
La forma que tomó el desarrollo del mundo actual es alarmante. Tenemos una revolución científico-técnica monumental, pero lo que debería ser el centro de todo: el ser humano concreto, queda de lado. Era de las comunicaciones satelitales, de la inteligencia artificial, pero mucha gente no tiene para comer. Se gastan 30.000 dólares por segundo en armas mientras muchos no alcanzan la dieta mínima para sobrevivir (18 muertos diarios ¡por hambre!). Algo anda mal si podemos aceptar naturalmente la existencia de áreas marginales. ¿O es que alguien sobra de verdad?
Desde hace algunos años, se estableció como parte del discurso “políticamente correcto” hablar de lucha contra la pobreza. La iniciativa es loable, diversos sectores coinciden en que la pobreza es algo contra lo que debe actuarse. Instancias como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional levantan su voz contra este flagelo basando sus iniciativas de asistencia a los países más necesitados en “estrategias de lucha contra la pobreza”. Pero las cosas no cambian: los pobres crecen en número y en distancia con quienes no lo son. ¿Por qué, más allá de una declaración bienintencionada, las cosas empeoran? ¿Por qué el discurso oficial se indigna tanto y actúa contra, por ejemplo, el siempre mal definido “terrorismo” –que produce infinitamente menos víctimas que el SIDA– y no repara en la miseria que se vive?
Según Naciones Unidas, hoy día 1,300 millones de personas subsisten con menos de un dólar diario; 1,000 millones son analfabetos; 1,200 millones viven sin agua potable. El hambre sigue siendo la principal causa de muerte. En la sociedad de la información 1,000 millones están sin acceso, no ya a internet, sino a energía eléctrica. Hay casi 200 millones de desempleados y ocho de cada diez trabajadores no gozan de protección adecuada y suficiente. Y según esos datos, el patrimonio de las 358 personas cuyas fortunas sobrepasan los 1.000 millones de dólares supera el ingreso anual combinado de países en los que vive 45% de la población mundial. La pobreza no tiene más explicación que la mala distribución de la riqueza.
La miseria en que vive tanta gente es la expresión descarnada de la injustica en que está basada nuestra sociedad planetaria. Luchar contra la pobreza y la miseria debe ser una acción dirigida a modificar esa injusticia. No es la miseria el objetivo final de esta lucha. La lucha ha sido y continúa siendo la lucha por la justicia.

miércoles, 18 de julio de 2012

martes, 17 de julio de 2012

“No es necesario decir todo lo que se piensa, lo que si es necesario es pensar todo lo que se dice.”
                         Quino

lunes, 9 de julio de 2012

El Miedo manda-Eduardo Galeano

El periodista y escritor uruguayo, nos invita a reflexionar acerca de cómo el miedo a tomado un lugar importante en nuestras vidas; de cómo influye en nuestro albedrio, en nuestras decisiones importantes y cotidianas; y cómo se fabrica y propaga esos miedos, muchas veces injustificados o exagerados, a través de los medios de comunicación en pro de una agenda de gobierno o interés económico

El síndrome del bebé zarandeado

Solamente agregaría que poco se advierte la gravedad de este tipo de maltrato y sus consecuencias y pocas instituciones educan y previenen al respecto.

 

Un tipo de maltrato infantil frecuente, pero desconocido por los padres

El síndrome del bebé zarandeado

Por: Mariana Suárez Rueda

El pediatra forense Walter Lambert asegura que puede causar desde problemas neurológicos hasta la muerte.


Desde hace 25 años, el pediatra forense Walter Lambert se ha dedicado a atender casos de maltrato infantil. / David Campuzano - El Espectador

Desde hace 25 años, el pediatra forense Walter Lambert se ha dedicado a atender casos de maltrato infantil. / David Campuzano - El Espectador
Ante la impotencia, el cansancio y la desesperación que llega a producir el llanto incansable de un bebé, ¿cuántos padres no han terminado, casi sin pensarlo, zarandeándolo para lograr que se calle? Lamentablemente muchos. Aunque no existen cifras de esta conducta, que se considera un tipo de maltrato infantil, se sabe que sus consecuencias pueden ser muy graves a largo plazo.
Así lo ha comprobado Walter Lambert, un pediatra forense que ejerce como director médico de la Universidad de Miami e integra un equipo de profesionales encargados de proteger a los menores de edad que han sido maltratados. Desde hace 25 años, este padre de seis hijos se ha dedicado a asistir a niños y adolescentes víctimas de castigos físicos, violencia doméstica y abuso sexual, junto con sus familias.
Esta semana estuvo en Bogotá como invitado al XIX Congreso Nacional de Prevención y Maltrato Infantil, organizado por la Fundación Afecto. Sus charlas impactaron a la audiencia. Para empezar y haciendo referencia al síndrome del bebé zarandeado, Lambert explicó que generalmente quienes le hacen daño a un menor de edad no son personas malas, sino gente que replica la forma y los esquemas como fue criada. La mayoría de veces desconociendo que su accionar tendrá consecuencia en la vida adulta del infante.
En el caso de los bebés que son zarandeados, así como puede que no les pase nada, se han visto muchos pequeños que terminan desarrollando problemas neurológicos e, incluso, mueren por el impacto que tiene esa fuerte sacudida en su cerebro. Desafortunadamente, dice Lambert, los pediatras no son conscientes de este tipo de problemáticas y esto impide que se realicen diagnósticos oportunos.
Lo anterior, asegura, explicaría por qué en Colombia se registran tan pocos casos de maltrato en menores de cuatro años. “No es que no sucedan, sino que se desconocen”. Y es que Lambert lo ha visto todo. Muchas veces debe encerrarse en su consultorio a llorar para desahogarse y en ocasiones también lo acechan las pesadillas. Pero el tiempo, una buena dosis de humor y de espiritualidad le han permitido aprender a manejar sus emociones.
Otro de los tipos de maltrato que son difíciles de detectar y cada vez menos ocasionales es el síndrome de Munchausen by Proxy. Consiste en que alguno de los padres, por lo general la mamá, exagera, miente o induce síntomas en su hijo para que luzca enfermo. En Medellín se presentó hace poco uno de estos casos. La madre acudió a un centro de urgencias porque su niña sangraba por la nariz. Los médicos no encontraron nada.
Al poco tiempo regresó alegando que ahora vomitaba sangre y tenía una deposición anormal. Aunque clínicamente estaba bien, la hospitalizaron. Y fue una enfermera quien descubrió escondido en el clóset de la habitación un tarrito lleno de sangre. En Inglaterra se realizó alguna vez un estudio con cámaras de video ocultas y así se evidenció la existencia de este síndrome que se ha incluido en la literatura médica desde la década de los 50.
¿Se trata de progenitores con algún desorden mental? Lambert responde enfático que lo importante no es descifrar el porqué de estos sucesos, la motivación, sino volcar la atención sobre el niño o adolescente afectado. Precisamente, a su juicio, esta mentalidad de querer hallar a los culpables y castigarlos por sus acciones es lo que hace tan diferente la lucha contra el maltrato infantil que han emprendido países como Colombia y Estados Unidos.
Mientras en el primero lo fundamental termina siendo la judicialización del agresor, en el segundo hay un foco proteccionista. “La atención no está concentrada en una condena, sino en subsanar el daño cometido y garantizar una vida plena para ese niño”.
  • Mariana Suárez Rueda | Elespectador.com

Hace 196 años...

La Declaración de Independencia de la Argentina fue una decisión tomada por el Congreso de Tucumán que sesionó en la ciudad de San Miguel de Tucumán de las entonces Provincias Unidas en Sudamérica. Fue proclamada el martes 9 de julio de 1816 en la casa propiedad de Francisca Bazán de Laguna, casa declarada Monumento Histórico Nacional en 1941. Con dicha declaración, se rompían los vínculos de dependencia política que los gobiernos locales tenían con la monarquía española.

 

Antecedentes

En 1814, el rey Fernando VII regresaba al trono de España. Esta situación les quitó argumentos de acción a los hombres que habían iniciado la Revolución de Mayo e instaurado la Primera Junta bajo la premisa de la Máscara de Fernando VII. Ya no podían actuar en nombre del rey de España porque éste volvía a estar en el poder efectivo. España quería reconquistar sus colonias. Los realistas (los partidarios del colonialismo) habían triunfado en Sipe-Sipe, Guaqui, Vilcapugio y Ayohuma y eran fuertes en el Alto Perú actual Bolivia. Desde allí pensaban atacar las bases de los independentistas, ya entonces al mando de José de San Martín, e invadir todo el territorio de Argentina teniendo como objetivo la ciudad de Buenos Aires.
El 15 de abril de 1815, una revolución terminó con el gobierno unitario de Carlos María de Alvear. Los revolucionarios exigieron la convocatoria de un Congreso General Constituyente. Inicialmente se enviaron diputados de todas las provincias iniciando las sesiones el 24 de marzo de 1816. Cada delegado representaba 15.000 habitantes.
El 29 de junio de 1815 las provincias federales reunidas en Arroyo de la China (Concepción del Uruguay) y signatarias del Congreso de Oriente fueron las primeras en declarar la independencia respecto a España.

El Congreso de Tucumán

El Congreso se inició el 24 de marzo con la presencia de 33 diputados. Según la decisión de los propios delegados, la presidencia del Congreso era rotativa y cambiaba cada mes.
Varios territorios que habían pertenecido al Virreinato del Río de la Plata no pudieron hacer llegar sus representantes, incluyendo las provincias del Alto Perú que habían recaído ante los realistas. Salvo Córdoba, las provincias de la Liga Federal (Banda Oriental, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe) resolvieron no concurrir al Congreso de Tucumán como señal de protesta hacia el Directorio (unitario y pro monárquico) por la no ratificación del Pacto de Santo Tomé, firmado el 9 de abril, por el que éste había reconocido la autonomía de Santa Fe.[2]
En cuanto al Paraguay, tal territorio actuaba como un estado independiente desde el año 1811, en que se había independizado de España, ante las actitudes hipercentralistas de los sucesivos gobiernos establecidos en Buenos Aires. Los territorios de la Patagonia, Comahue y el Gran Chaco se encontraban bajo el dominio de los llamados pueblos originarios.
En una de sus primeras decisiones, el Congreso nombró Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata a uno de sus diputados, el general Juan Martín de Pueyrredón.
Durante varias semanas se discutieron los alcances de sus atribuciones y su funcionamiento interno, además de tomar decisiones de política nacional e internacional. El cuerpo tenía la facultad de intervenir en casi todos los asuntos que se presentaban a su consideración, lo que provocó interminables debates.
La presión de algunos de sus miembros, y de influyentes dirigentes nacionales —entre ellos el general José de San Martín, gobernador de la Intendencia de Cuyo— hizo que se iniciara la discusión sobre la Declaración de Independencia.
La votación finalmente se concretó el 9 de julio. En ese momento presidía el cuerpo uno de los representante de San Juan, Francisco Narciso de Laprida. Ningún país reconoció en ese momento la independencia nacional.
Las discusiones posteriores giraron en torno de la forma de gobierno que debía adoptarse para el nuevo Estado. La situación de guerra abierta con la monarquía española y la creciente injerencia del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve hizo que, tácticamente, muchos de los que podían tener simpatías por el federalismo, decidieran abroquelarse monolíticamente en una especie de "unitarismo" coyuntural ante los ataques externos.
Las labores del Congreso continuaron en Buenos Aires, donde comenzó a deliberar a principios de 1817, y donde sancionó la Constitución Argentina de 1819. El Congreso fue disuelto en 1820, tras la derrota del Directorio en la batalla de Cepeda, que marcó el inicio de la Anarquía del Año XX.
fuente y mayor detalle: http://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_de_independencia_de_la_Argentina

Frase del dia

“No es muy dificil atacar las opiniones ajenas, pero sí el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar, como formidable ariete para destruir.”
                              Jaime Balmes