Celos patológicos en la relación de pareja (II Parte)
Por: Mario Machado - Psicólogo-
En toda relación de pareja es común el surgimiento de los celos. Los celos en realidad son una manifestación natural ante
la posibilidad de que el ser amado fije su atención en otra persona. Por otra parte, el miedo al abandono del ser amado
late en el fondo de la mayoría de las personas; para muchos estudiosos de la conducta humana, esto no es más que el
resabio del miedo primario que experimenta el niño o niña ante la separación de la madre. El problema nace cuando los
celos pasan a ser enfermizos y por lo tanto dañinos para la relación. Los celos exagerados peden generar una relación
cargada de violencia, incluso, desde el mismo noviazgo. El presente artículo es fruto de la investigación y el tratamiento
por parte del autor, de personas con manifestaciones de celos patológicos y violencia hacia la pareja.
Características de los delirios de celos
La investigación y el trabajo realizado por el autor y otras colegas a través de grupos terapéuticos y terapia individual de
un grupo de varones celópatas en el año 2006, demostró que los celos patológicos pueden ser la causa principal de la
violencia sexual, patrimonial, psicológica y física, e, incluso, pueden motivar el asesinato de la pareja. Paralelamente, en
la terapia con mujeres con esta problemática, hemos hallado manifestaciones de conductas autodestructivas y una
fuerte tendencia a la depresión profunda.
Pero tanto en hombres como mujeres, se han hallado características psicológicas comunes como la inseguridad,
pensamientos obsesivos sobre la posible traición o abandono por parte de la pareja, y en los casos más fuertes los
“delirios de celos”.
El delirio de celos consiste en una obsesividad mental, donde la persona no puede evitar la ideación descontrolada
acerca de la traición y posible abandono por parte de su pareja. La persona que padece de delirios de celos, crea en su
mente una trama imaginaria acerca de la traición de su pareja, de tal forma, que por más que ésta trate de convencerle
de su fidelidad, la persona no puede aceptarlo, quedando atrapados en el tormento de su propia imaginación. En el caso
de los varones, hemos podido notar que la amenaza al abandono suele traducirse en agresión a la misma persona que
se supone que ama, es decir, la ira tiende a proyectarse fuera de sí. En casos extremos, podemos encontrar hombres
que el descontrol de la furia es tal, que ha llegado a matar a la pareja e hijos y a cometer suicidio.
Los celos son sinónimo de sensación de angustia, ante la percepción de rechazo y/o abandono real o imaginario. Si se
prolonga en el tiempo la sensación se vuelve crónica inscribiéndose en el inconsciente como característica fantaseada de
las relaciones con las personas más significativas de la infancia. Esta sensación se reactualiza como un “eco histórico”
emocional entre percepciones fundamentadas o no, en las relaciones presentes con la pareja en la que se depositan las
fantasías y los deseos infantiles (Kernberg, 1998: 214-215). Esto puede llevar al varón a desarrollar delirio celopático en
donde la frustración contribuya a manifestaciones violentas. (Machado y otros, 2007, P. 38)
En cambio las mujeres celosas en el caso de la amenaza o abandono por parte de la persona amada, tienden a la
depresión severa y en casos más fuertes a la auto-agresión e, incluso, al suicidio, pero difícilmente al homicidio. En el
caso de la mujer, la ira tiende a “introyectarse”, es decir, que se dirige hacia adentro, hacia sí misma.
La persona puede llegar a estar atormentada por los celos de tal manera, que su vida puede ser afectada seriamente en
sus relaciones, no solo con su pareja, sino con todos con quienes está en contacto. He tenido pacientes que se han
visto afectados en su trabajo por la obsesión celopática. Rebeca es una joven que sufre de celopatía, llegó a mi
consultorio con su novio en un último intento de salvar la relación, me decía: “Hay momentos en que no puedo dejar de
pensar en él, dónde estaría o con quién… había momentos que no podía concentrarme en el trabajo… pero si estoy con él
solo discuto hasta llegar a obstinarle…el solo pensar que me deje me desespera”.
La naturaleza psicopatológica de estos celos desde el punto de vista afectivo, procede del temor de perder algo que les
pertenece o de ser rechazado o abandonado por el ser amado lo cual es resultado algunas experiencias en la infancia.
Es por esto que el delirio de celos escapa a la lógica, y hace que la persona que los sufre quede atrapada en la angustia
de la posible infidelidad, lo que les lleva a tener conductas obsesivas de vigilancia y control para encontrar a la pareja en
alguna falta. José y su esposa son líderes religiosos de una iglesia próspera, ellos temen que los problemas de celos
obsesivos de José no solo destruyan la relación, sino el buen trabajo comunitario que han estado realizando por años
junto a su congregación. Llegaron al consultorio por problema de agresión física y psicológica a su esposa debido a los