martes, 26 de junio de 2012

El shock en los chicos "testigos"


Estos datos tomados de distintos medios y traducidos acordes a lo que la práctica profesional y lo que la vida cotidiana nos muestra, es tan sólo la punta del iceberg de un problema mucho más complejo que una mera ley, por mas completa que parezca no puede resolver por si misma.
Hay una continua tensión y un límite difícil en lo que respecta a cuestiones de familia entre la autonomía de la misma y la responsabilidad del estado de velar por la integridad, libertad, trato dignpo de cada uno de sus miembros.
Las leyes tienen un límite y aun esto hace más dificil la prevención pero lo cierto es que se debería vanzar mas en propuestas de conciliación, diálogo y responsabilidad ( objetiva y subjetiva) frente a los distintos actos y no la mera punición y confrontación como única alternativa, que no quita la sanción ni responsabilización de quien atenta contra la integridad de otro ser humano...¿ podremos pensar otras alternativas?
 A veces, no es necesario tener moretones para sufrir en la piel la violencia familiar. Lo saben los chicos que son "testigos de violencia", una de las formas del maltrato emocional que no figura en las estadísticas de denuncias judiciales, pero que provoca consecuencias severas.


La orden de guardar silencio o la idea equivocada de no querer "delatar" a los padres que se golpean, así como la retención de imágenes violentas de la infancia, pueden provocar en esos chicos daños psicológicos graves. Además, es una de las causas de las constantes huidas del hogar de los niños afectados por problemas de violencia y maltrato. También es muy común el comportamiento antisocial de esos chicos.

El mes pasado, un adolescente de 15 años se refugió en la iglesia San Miguel Arcángel, de Rosario, escapando de la violencia en su hogar. "Le preguntamos si quería volver a su casa, pero él se negó", contó el padre Segundo a la prensa local. Al parecer, era tanto testigo como víctima.


Otros datos mas mencionan que la guardia de abogados del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes porteño recibió un 40 por ciento más de consultas por violencia familiar que el año pasado. Y el maltrato infantil, según los llamados a la línea 102, saltó de 445 casos en el 2003 a 2.162 dos años después. Sin embargo es curioso la falta de actualización de estos números.

Asimismo no hay que olvidar que si bien las mujeres y los chicos son los más afectados, también lo son los ancianos, las personas con discapacidad, hombres golpeados en situaciones de violencia cruzada y aún bajo formas de violencia física, emocional, psicológica, verbal y muchas veces económica por parte de sus mujeres y madres atacadas por sus hijos. Los datos del Poder Judicial señalan que en los últimos 12 años se cuadruplicó la cantidad de demandas por violencia familiar ante la Cámara Civil: de las 1.009 denuncias que se registraron en 1995, se llegó a 3.779 el año pasado y, al ritmo actual, se proyectan más de 4.000 para este año. El primer semestre de 2006, según esta medición, fue el más violento desde 1995.
 

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